domingo, 10 de mayo de 2009

Supositorios

Las últimas semanas llevo a mis espaldas un costipado de esos que no me quito de encima por nada. Tanta tos me ha hecho recordar en la de veces que mi garganta ha estado fastidiada desde pequeño.

Recuerdo la molestia inicial, el no poder hablar, la cara de mi preocupación de mi madre, pero tambien la sonrisilla en mi cara porque significaba no ir al colegio en uno o dos dias. Pero eso era el principio, porque un dolor de garganta (o al menos mis dolors de garganta) siempre acababa igual: con supositorios :S. Como odiaba eso. Eran las peores experiencias de mi vida infantil. No hacía mas que decirle a mi madre si es que no había otra forma de "introducción" de la medicina en mi cuerpo que no fuera anal :) (Vale, no se lo decía exactamente así, pero mas o menos esa era la idea).

O algo ha cambiado en la industria farmaceutica o mi pediatra (el mítico Don Enrique) era un sádico cabrón, porque creo que salvo para casos muy concretos ya nada se presenta en ese formato. O eso o es que yo lo rehuyo mentalmente

¡¡y pensar que hay gente que tiene miedo a los pinchazos!!

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